“El Telégrafo” – Es el primer
periódico altoperuano. Fue impreso en Mojo, cerca de Tupiza, por el ejército
realista, al servicio del general Pedro Antonio de Olañeta, éste tenía una sola
página. Se conoce hasta el ejemplar No. 10 (10 de julio de 1822).
“El Chuquisaqueño”, Es el primero
que se editó en La Paz, redactado por Casimiro Olañeta, después de la batalla
de Ayacucho, el 3 de febrero de 1825. Publica en su primer número el anuncio de
la convocatoria a la elección de representantes del Alto Perú que se
concretaría mediante decreto el 9 de febrero.
“La Gaceta de Chuquisaca” – Sale
días antes de la proclamación de la independencia, redactada por José María
Serrano y editada por la Universidad de San Francisco Xavier. Circulan ocho
números entre el 30 de julio y el 22 de octubre de 1825.
”El Cóndor de Bolivia” – Es el
primer periódico fundado en la República de Bolivia. Sale el 12 de noviembre de
1825. Es semanario. Se publican 134 números. El último salió el 26 de junio de
1828, en coincidencia con la renuncia de Sucre a su mandato presidencial.
Tras el motín del 18 de
abril de 1928, que motivó la renuncia de Sucre, surgen dos tipos de prensa: “El
Nacional de Bolivia”, que apoya los sublevados, y “El Eco de La Paz”, que los
censura.
Con el gobierno del mariscal
Andrés de Santa Cruz, nace otro periódico (semanario): “El Iris de La Paz” (11
de julio de 1829). Tuvo diez años de existencia. En la misma época aparecieron
“El Boliviano” y “El Illimani”. Santa Cruz fue acusado de “enemigo de la
libertad de Imprenta” por haber perseguido a los periodistas que escribían en
su contra.
“La Época” inicia una nueva etapa
en el periodismo boliviano. Sale como diario el 1 de mayo de 1845, editado por
Wenceslao Paunero, cuñado del presidente José Ballivián. Tuvo como director a
Juan Ramón Muñoz Cabrera y redactores a Bartolomé Mitre y Domingo de Oro,
proscritos por la dictadura argentina, Donato Muñoz, Casimiro Corral, Agustín
Aspiazu y Félix Reyes Ortiz. Dejó de publicarse el 19 de septiembre de 1857.
Manuel Isidoro Belzu (25 de
diciembre de 1848), hizo distribuir imprentas en varias ciudades para apoyar su
propia causa. Surgieron varios periódicos: “El Cholo”, “El Artesano”, “El
Patriota”, “La voz del pueblo”, “El amigo del pueblo”, “El Popular”, “El
liberal”
Las matanzas de Plácido Yáñez (23
de octubre de 1861), bajo el gobierno de José María Achá. Hizo asesinar a 50
presos de la cárcel de Loreto, entre ellos el ex presidente Jorge Córdoba,
yerno de Belzu. Una mes después una turba mató a a Yáñez. Agustín Aspiazú
describió en “El Telégrafo” ese episodio en una crónica que se hizo famosa. El
20 de noviembre salió “El Juicio Público”, de los hermanos Cirilo Alejo y Román
Barragán, para investigar la matanza ya que el gobierno no hacía nada.
Depuesto Achá, el 28 de diciembre
de 1864, asumió Mariano Melgarejo. Persiguió a los periodistas de “El Juicio
Público” e hizo asesinar a Cirilo Barragán, considerado el primer mártir del
periodismo boliviano. Salieron varios periódicos serviles al gobierno. Como “La
Prensa”, “El Constituyente” y “La Situación”.
Guerra del Pacífico: La prensa
boliviana depone sus divergencias partidarias y se convierte en factor
aglutinante del sentimiento patriótico. En la época circularon “La Tribuna” “El
Civilista”, “La Patria” y “El Federal”.
“El Comercio” fue fundado el 3 de
enero de 1878 por el periodista César Sevilla en La Paz. En su número 172, del
28 de enero de 1879, dio una amplia información sobre el asalto chileno al
puerto de Antofagasta, ocurrido 14 días antes, y la ocupación de Mejillones y
Caracoles.
Después de la guerra, la prensa
se divide en “belicistas” y “pacifistas”.
Con Narciso Campero, quien asume
en 1880, nace un largo período de estabilidad democrática denominado de la
“oligarquía conservadora-liberal”, apoyada en la economía de la plata del sur,
cuyo centro es Sucre, y después en la minería del estaño, cuyo centro es el eje
Oruro-La Paz. Le sucedieron Gregorio Pacheco (1884) y Aniceto Arce (1888).
La beligerancia entre
conservadores en el poder y liberales en el llano radicalizó la prensa de la
época. Los conservadores tenían: “El Comercio”, “El Americano” y “El Nacional”,
y los liberales “El Imparcial” y “El Liberal”.
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