En la década de los 50, la llamada transferencia de
tecnología o extensionismo llega a Bolivia a tratar de mejorar el desarrollo
rural a partir de la directa y vertical difusión de innovaciones, que es la
transmisión de ideas o productos novedosos hacia los países del tercer mundo y
en específico a las áreas rurales. (Salinas, 2001). Se creía que a partir de la
difusión tecnológica y de la transmisión de nuevas ideas se podía reducir la
marginalidad que tenían los sujetos del área rural y así establecer una mejor
relación entre los “ricos” y los “pobres”. Sin embargo, esta teoría fracasó, ya
que por una parte, la comunicación que existía entre extensionistas y los
sujetos del área rural era en términos verticales, lo que suponía un modelo
lineal de comunicación, donde se percibe
una superioridad entre el emisor hacia el receptor, y el único propósito que se
tenía era la transmisión de información sin dar lugar a la participación de los
que recibían el mensaje. Por otra parte, la realidad que tienen las personas
del área rural es totalmente diferente a la vivencia que tenían estos
extensionistas, por lo que la adopción de nuevas tecnologías estaba lejos de
aquello que en realidad se necesitaba. (Freire, 1973, p. 20-21)
En la actualidad, pese a que en teoría las personas
se desligaron de ese concepto errado de comunicación vertical y lineal, aún
persiste en la práctica, la idea de que el dialogo se refiere solo a la transmisión de
información. Es así que muchos estudiantes de la Universidad Católica Boliviana
se dirigen hacia el área rural con el
único objetivo de imponer ideas. Por tanto es importante que los futuros
profesionales de la UCB tengan claro el verdadero concepto de comunicación para
que de este modo se establezca una relación en términos horizontales y
dialógicos con las personas del área rural y así: facilitar el acceso, el
dialogo y la participación. Para que así
eviten la invasión cultural y promuevan el intercambio cultural. Para esto es
imprescindible tener clara la definición
de comunicación “horizontal”, es
así que el Dr. Luis Ramiro Beltrán nos dice que la comunicación es el proceso
de interacción social democrática que se basa sobre el intercambio de símbolos
por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias
bajo condiciones de acceso libre e igualitario, diálogo y participación. (2007,
p. 17).
La comunicación en términos horizontales facilita el
diálogo (entendida como el proceso comunicacional entre las personas), el
acceso (entendida como el alcance de las personas a la información) y la
participación (entendida como oportunidad para las personas de emitir y recibir
mensajes) (Beltrán, 2007, p. 18), por lo expuesto, establecer una relación en
términos horizontales y dialógicos con las personas del área rural puede
contribuir con el desarrollo de su sociedad, teniendo en cuenta que el acceso
el diálogo y la participación son los componentes clave del proceso sistemático
de comunicación horizontal. Y que en conjunto a mayor acceso, diálogo y
participación mayor satisfacción de las necesidades comunicativas. (Beltrán,
2007). A pesar de ello, es inevitable que muchas veces el monólogo se haga
presente, inclusive a veces es necesario. Es más, la comunicación horizontal
muchas veces no será deseada por las personas y en especial por los medios de
comunicación por lo que no siempre será practicada. (Beltrán, 2007).
Paulo Freire asevera que la comunicación horizontal
evitará la invasión cultural (1973, p. 53). Teniendo en cuenta que la invasión
cultural es una imposición que se manifiesta en el extensionismo, éste como ya
se había mencionado fracasó por ser impositivo en el relacionamiento con las
personas del área rural. (Freire, 1973, p. 20-21). Por lo mencionado, la
comunicación horizontal incentiva un mejor relacionamiento con los sujetos del
área rural y por eso es aconsejable para los futuros profesionales de la UCB.
Sin embargo, en muchas ocasiones la invasión cultural será justificada con la
“pérdida de tiempo”, es decir lo lento y dudoso que pueden ser los resultados
cuando se establece una dialoguicidad entre las personas, y no concilia con la
rapidez o premura que tienen los sujetos del área rural para la productividad”.
(Freire, 1973).
La comunicación horizontal promueve el intercambio
cultural (Estermann, 2009, p.65-68). Por consiguiente, los estudiantes de la
UCB se enriquecerán practicando la comunicación horizontal. Teniendo en cuenta
que el intercambio cultural enriquece a las personas e incentiva la
construcción conjunta del conocimiento. (Freire, 1973). No obstante, para que
la interculturalidad sea plena debe existir una serie de principios, por lo que
muchas veces al momento de mantener contacto con las personas del área rural no
se podrá aplicar cada uno de estos principios por distintos factores (tiempo,
espacio. alcance, acceso), lo que pondrá en riesgo la integridad y la
transparencia del encuentro. (Estermann, 2009).
En conclusión, la relación entre los sujetos del
área rural y los futuros profesionales de la UCB en términos horizontales y
dialógicos provee muchas facilidades y ventajas de manera recíproca a ambas
partes, estableciendo una sociedad conjunta y democratizada donde el
relacionamiento es igualitario y las posibilidades de participación son las
mismas. Todo esto ayudará a que la sociedad se desarrolle de una mejor manera.
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