Las personas siempre
tuvieron la necesidad de comunicarse de alguna manera, desde épocas primitivas
hasta la actualidad, el hombre fue desarrollando formas de comunicación. Este
constante desarrollo que fue de la mano del avance tecnológico, implemento y
facilito la comunicación entre personas, incluso en distancia muy largas. En
los últimos años el internet fue la vía revolucionaria que permitió no solo
acceder a todo tipo de información sino también a tener contacto con gente de
todo el mundo. Una de las herramientas que determino dicha facilitación son las redes sociales que al ser
aplicaciones que favorecen el contacto directo o indirecto entre individuos,
pueden ser muy útiles como no dependiendo del uso que se les dé. Facebook,
Twitter, Instagram, Badoo, Whatsapp, entre otras son solo algunas de las redes
sociales a las cuales todos tenemos derecho y acceso. Sin embargo la calidad de
estas redes sociales, es decir el uso que se les dé está sujeto a la responsabilidad
con la que cada persona los utilice. Así como existe un lado bueno y malo en
todo, las redes sociales no son la excepción. Niños y adolescentes de todas las
edades concentran su atención muchas veces a estas redes sociales lo que a
veces puede provocar una adicción a la misma. Así mismo la cantidad de
información personal que uno tiene en estas expone muchas veces la vida privada
de las personas, la suplantación de personalidad con objetivos maliciosos o
incluso la utilización de estas redes por criminales para cometer delitos como:
el acoso y abuso sexual, secuestro, tráfico de personas, etc., son solo algunos
de los malos usos que se les da a estos medios. Es claro que las redes sociales
son malas en edades tempranas y más aun sin tener un grado de responsabilidad
que permitirá que los niños y adolescentes estén más vulnerables.
Los niños y
adolescentes sin control por parte de sus padres, acceden a todo tipo de
información, pues se sabe que cualquier persona puede ingresar a cualquier web
estos muchas veces pueden ser tan malos como buenos. Así mismo la conexión a
internet y a las redes sociales es permanente, por tanto algunas personas están
conectadas las 24 horas del día, más aun con los aparatos electrónicos que lo
permiten y facilitan dicha conexión. Los niños y adolescentes permanecen mucho
tiempo en estas mismas, cuando entran a clases, cuando comen, incluso cuando
están con sus amigos. Es una escena repetitiva en la cual las personas no
pueden despegar sus ojos de los aparatos electrónicos (smartphones). Algunos
psicólogos aseguran que la niñez y la adolescencia son las etapas más propensas
a caer en una adicción ya que no logran controlar sus emociones y son más
vulnerables a todo tipo de influencias.
El desconocimiento de
aquello que uno pone en los datos o en la información personal al momento de
crear una cuenta en las redes sociales, es otro aspecto que infiere en la mala
utilización de estas mismas, ya que muchas veces este contenido puede ser visto
por personas de todo el mundo. Un caso concreto es el de una niña de 13 años
que fue contactada a través de la información personal que tenía en Facebook,
datos como el donde vivía o números telefónicos facilitaron que criminales en
búsqueda de esta información raptara y violara a la niña. Muchas veces la
privacidad que se tiene en estas redes sociales no son suficientes y de ninguna
manera uno debe sentirse seguro por esto.
El libre acceso al
internet y a las redes sociales es probablemente el factor más determinante en
la mala utilización de estas mismas. Todas las personas tienen derecho a usar
estos medios, incluso los delincuentes. En los últimos años la trata y tráfico
de personas, el acoso y el abuso sexual, la suplantación de identidad, el
secuestro entre otros delitos fueron incrementando a partir del uso de las
redes sociales por criminales. Estos mismos encontraron diversas formas de
“sacarle provecho” a lo que ellos hacen. Estos mayormente buscan a niños y
adolescentes que no tengan conocimiento de estos delitos hacen que la vulnerabilidad
y la influencia que pueden tener sea mayor, así mismo, el poco control por
parte de los padres hacen que año tras año este método de delincuencia crezca
más y más.
En Bolivia los casos de
secuestro aumentaron más a partir de las redes sociales, el 70% de los casos de
secuestro se dan a través de Facebook lo que refleja abismalmente el daño que
se puede ocasionar por el mal uso de redes sociales.
Las soluciones
permanecerán fuera de lo que en realidad son las redes sociales. El acceso y el
derecho a estas mismas siempre estarán ahí, por lo que es muy difícil controlar
quien le está dando uso a esta herramienta. Por lo tanto, es importante que los
padres a través de experiencias externas, de casos de delincuencia y sobre todo
del conocimiento que se tiene sobre el uso de las redes sociales estén alerta a
lo que sus hijos hacen, el control y el cuidado sobre estas redes sociales no
debe ser un tema de poca importancia en las familias, ya que todos estamos
expuestos a todo tipo de daño. Actualmente vivimos en una era tecnológica que
no se detendrá por lo que es importante siempre estar alerta de cada avance
tecnológico y tener un conocimiento pleno de este mismo antes de usarlo para
cuidar y velar por nuestro bienestar y
el de nuestros seres queridos.
Bibliografía
http://www.eluniverso.com/noticias/2014/12/18/nota/4354351/mal-uso-redes-sociales-afecta-ninos-adolescentes
http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2014/0920/noticias.php?id=139700
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