La
pluralidad es un concepto que de a poco las personas vamos conociendo mejor. Esto
por la reciente inclusión que se está viviendo con comunidades, culturas de las
que antes no se sabía su existencia. Sin duda la diversidad de personas que hay
no solo en Bolivia, sino en todo el mundo es inmensa y jamás dejaremos de
conocer más respecto a este tema.
Pasa
algo similar con la identidad que tenemos, no es algo nuevo decir que cada
persona es diferente una de otra, es cierto. Pero esto va de la mano de seguir
creyendo, de tener la convicción de que pese a estas diferencias jamás
dejaremos de ser personas.
En
este sentido la identidad sexual es uno de los temas que actualmente es muy
grande de abarcar en el que existe mucho prejuicio, ya que se cataloga como
algo repulsivo el hecho de estar enamorado de una persona de mismo género pero
no debería ser así porque todas las personas tenemos los mismos derechos porque
somos eso justamente, personas.
Yo
por mi parte, me defino como una persona heterosexual, pero que no se limita y
se encierra en esta idea. Es decir, respeto mucho a los homosexuales, a los
bisexuales, a los travestis, etc. Considero que siempre y cuando una persona
mantenga los valores, esta podrá ser feliz plenamente no importa la dirección sexual
que tengas ni las creencias que tengas. Lo único que importa es mantenerse de
pie haciendo que cada acción que realices sea buena y darnos cuenta de un principio
básico como es la igualdad.
Por
otra parte, la identidad de las personas también está estrechamente relacionada
con los roles que cada persona debería tener. Todo esto por la adquisición de estos
mismos que ocurrió a través del tiempo. Por
ejemplo, el decir que un hombre por ser hombre debe encargarse de llevar dinero
a su hogar mientras la mujer debe quedarse a cuidar a sus hijos o los mismos
trabajos a los cuales estamos “destinados” por ser hombre y mujer. Esto debería
ser un tema que quedo en el pasado, pero no. Hoy en día se ve que la participación
de la mujer en muchos aspectos si creció, pero aun así se contemplan casos de
sexismo.
Ante
esto yo creo que los roles y este tipo de pensamientos son de una conciencia
limitada y cerrada, ya que tanto la mujer como el hombre pueden realizar las
mismas cosas siempre y cuando tengan la convicción de hacerlo. El fin de lo que
hagan, el objetivo, el propósito es más importante que el hecho de quien lo esté
haciendo.
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